domingo, 1 de mayo de 2011

EL ORIGEN DE LA VIDA

No hay una pregunta  con más profundidad científica y antrópica que la que hace referencia al modo en que se originó la vida.
Nick Lane, uno de los bioquímicos con más capacidad didáctica y literaria que haya existido jamás, nos da una de las últimas respuestas en su magnífico libro que desde aquí recomiendo: “ Los diez grandes inventos de la evolución”.


Para Lane no hay duda de que las chimeneas hidrotérmicas alcalinas, que generan continuamente acetil tioésteres ( un tipo de vinagre que tiene la propiedad de estar compuesto por una molécula de dos carbonos unida a un grupo sulfuroso reactivo), crearon moléculas orgánicas complejas con el mismo formato que el utilizado por las células en la actualidad. Las células minerales que llenan las chimeneas proporcionaron, además, el medio ideal de concentración de los productos y catalizadores precisos para acelerar el proceso de creación de células de ATP.
Así, la primera vida fue una roca porosa que fue generando moléculas complejas ( las que necesita la célula de ATP) y energía hasta llegar a los genes y el ADN.
Para que la secuencia descrita por Lane tenga lugar y se generen las iniciales células de vida libre hacen falta los siguientes ingredientes, estos serían por tanto los componentes de la “receta” de la vida:
- Carbono, Oxígeno, Hidrógeno, dióxido de carbono, hierro, níquel y azufre,  todo regado con acetil tioésteres ( carbono más azufre esencialmente), y añadiendo siempre sodio y potasio ( para permitir la imprescindible quimiosmosis).
Y asimismo nos hace falta que todo esto suceda utilizando la “cocina” del ciclo de Krebs pero al revés, es decir: si suministramos ATP, dióxido de carbono e hidrógeno al viejo y especial ciclo de Krebs se producen los elementos esenciales de la vida, casi por arte de magia.

El ciclo de Krebs ( premio Nobel alemán de 1930) describe las reacciones metabólicas de las células que hoy comparten TODOS los seres vivos de la Tierra. Por lo general el ciclo de Krebs se usa para explicar cómo las células metabolizan moléculas orgánicas ( de la comida) y sueltan hidrógeno ( destinado a ser quemado con el oxígeno en la respiración) y dióxido de carbono, generando así la energía necesaria en forma de ATP.
Pero si se hace al revés, es decir, si se le suministra ATP, dióxido de carbono e hidrógeno el ciclo de Krebs produce vida, es decir, células. En las chimenas fue eso lo que sucedió, existía lo necesario para generar vida, y se generó.
Lo importante, a nuestros efectos, es que el ciclo de Krebs es una cuestión ligada a la química probabilística y la termodinámica. Es decir, es una cuestión ligada a cómo los átomos, los protones, los electrones que están detrás de esos elementos de la receta, así como el propio ciclo de krebs, se “determinaron” o “concretaron” de una manera singular para que produjesen vida.
Una opción es entender que la disposición química necesaria fue tan sólo resultado del azar, otra ( igual de posible) es entender que “algo” determinó que ello fuese así.

Si hemos seguido con atención las entradas anteriores de este Blog ya sabemos que a nivel atómico todas esas posibilidades ( las combinaciones probabilísticas) están presentes y sólo se concretan si un "observador" las determina.
Es curioso como siempre nos aferramos a entender que la “ evolución “ en términos de Darwin y Wallace ( el injustamente olvidado Wallace) comienza con los primeros “animales” de la tierra ( por ejemplo los trilobites) cuando, en realidad, la “evolución” comenzó en las citadas Chimeneas e incluso antes.
Así es, las primeras células que generaron a LUCA ( Last Universal Common Ancestor) son nuestro antepasado común del cual “evolucionamos” todos.
Pero, a la vez, para que esas células se generasen resultaba imprescindible que existieran las condiciones y productos químicos necesarios, la pregunta es: ¿ de dónde salen esos iniciales elementos?. La respuesta está clara: de las combustiones de las estrellas que, al explotar y esparcir sus moléculas, inundaron el Universo de dichos productos  dando lugar a que todo lo descrito hasta ahora se produjese: sin estrellas no habría carbono, ni hidrógeno, ni siquiera oxígeno: estamos hechos realmente de materias que se crearon en las estrellas y se esparcieron por el Universo ( por cierto, todavía se siguen esparciendo, las estrellas siguen emitiéndolos).

Por tanto, en realidad, la “evolución” comienza con el Bing-Bang ya que es en ese momento cuando se crearon las “condiciones” necesarias para que todo lo relatado sucediese.

En un planeta, el nuestro, se dieron además el resto de “condiciones” necesarias para que las chimeneas permitiesen la creación de células, ¿ seguro que no hay más planetas en lo que esto pueda haber pasado? , ¿ acaso era necesario un escenario de múltiples “laboratorios” planetarios en los que por mera probabilidad las combinaciones necesarias se dieran?, ¿ no será que Dios sólo permitió que se dieran las condiciones básicas y a partir de ahí la vida surgió?, ¿ estamos solos realmente en el Universo?.
Para mí la pregunta y la reflexión más interesante a hacer es si, en realidad, lo importante no somos nosotros, los humanos, sino la “vida” en sí, es decir, la posibilidad de que mediante el uso de los elementos necesarios siempre exista en el Universo la opción de una o varias combinaciones que permitan la generación y posterior evolución de “seres” con nuestras u otras características.
Recordemos, por ejemplo, que la única diferencia entre nuestro ADN y el ADN de un chimpancé es un UNO POR CIENTO.
Ahora pensemos en que unos seres, en otro planeta, tengan un UNO POR CIENTO de diferencia hacia el otro “lado” de la escala evolutiva y sean, con respecto a los humanos, lo que nosotros somos respecto a los chimpancés: seguro que ellos nos mirarían con condescendencia, seguro que ellos entenderán la “ Teoría de Cuerdas” sin esfuerzo alguno,  es más, puede que para ellos eso sea un simple juego de niños y ya nos estén mirando escondidos detrás de la “materia oscura” que puebla el Universo dejándonos jugar con nuestros telescopios y cohetes, ¿ es una opción?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario